Este bello torso en pulido mármol de un cuerpo femenino completamente desnudo en pequeño formato, aunque ha perdido la cabeza y parte de los brazos y piernas, alude claramente a una de las múltiples versiones creadas a partir de la Afrodita de Cnido del escultor Praxiteles en el siglo IV a.n.e. cuyos originales desaparecieron, pero que han sobrevivido en numerosas copias romanas y ejercido una notable influencia en las artes plásticas del mundo occidental. Afrodita se muestra aquí en todo su esplendor y nos permita evocar su característico gesto púdico asociado al disfrute del baño, del agua y del mar del cual nació según el mito hesíodoco. Una clara alusión a este origen marino se observa en los restos del delfín que la acompaña y que le ha valido, junto al concepto de diosa del amor y la belleza, el de deidad protectora de marineros y navegantes.